Estos huesos de piel de buey disecado resultan deliciosos para todos los perros. Pueden servir como una golosina o como un juguete para morder que se puede comer o para tenerlos entretenidos.
Los huesos maticables hacen un efecto de cepillado sobre los dientes, ayudando a mantenerlos libres de placa bacteriana y de sarro. Son especialmente útiles en la etapa en que los cachorros cambian su dentadura, entre los 3 y los 7 meses. En estos meses los pequeños sienten desesperación por masticar objetos que les calmen el malestar en sus encías. Dejar siempre agua a disposición del perro. Disponible en diferentes tamaños.